7.10.2011

Sonidos en la eternidad


No te vayas aún, me dijiste
cuando mi alma agonizando en el umbral
planeaba un viaje sin tiempo ni retorno
buscando ese motivo que le permitiera
desembarcar en la vida.


Abre tus ojos, me dijiste.
Cómo poder hacerlo cuando te duele la vida,
cuando estás tan cansada de seguir
sin fuerzas ni sentido.
Buscando ese grito que se
haga eco de mi razón encarcelada.


¡Despierta a la vida,
amárrate a tus sueños!.
¡Por favor, amiga, no te vayas!!


Refleja el horizonte con el azul de tu mirada
y en ese efímero instante
eclipsa la mañana.


Es ahí, donde tú me llamas...
que encuentro las respuestas a mis sin sentidos
y donde aún percibiendo el abismo
apuesto mi mejor carta y sostengo mi mirada.


Vuelvo a la vida…
¿Acaso me esperabas?