Pude reflejarme en tus ojos
pude oler tu delicada piel
perderme entre tus brazos
y soñar como mujer.
Puede oír el tono de tu voz
diferenciar el mal del bien
disfrutar lindas caricias
y morirme de placer.
Pude sentir tu entusiasmo
tus besos sobre mi tez
abandonarme a tu cuerpo
y rendirme a tus pies.
Ahora, en el gran ocaso
perdí mi indomable fe
y sólo añoro el recuerdo
de lo que pudo ser y no fue.
Atrás quedaron promesas
adornadas con flores de hiel
y noches colmadas de estrellas
hechas de fino papel.
♥Poetisa