Quiero ser libre en el amor
de un hombre genuino,
vivir entre mis paredes blancas
como si fuesen un calido abrazo
y verlas con el verde acogedor del álamo.
Quiero sentir que mi pecho
libera alegrías y tristezas.
Saber que mi palabra llega
a contenedor destino
y no al eco altivo
de la silenciosa ausencia...
y poder también oír la voz amada
confortante y cercana.
percibir tibias, en mis plantas descalzas,
las cerámicas frías de apagado naranja.
Ser libre de dar a mi ser un destino cautivo
sabiendo que crezco en esa entrega.
Libre de salir a un jardín mas bello,
de llegar al invierno sin fríos
y reír o llorar acompañada.
Poder tocar el fuego sin quemarme
y que al tocarme, la llama no se apague.
Sumergirme en el mar sin ahogarme
sin que el amar por amarme se consuma...
Y persuadir al tiempo, indiferente y vano,
de acompañarme en mi proclama.