1.03.2011

HOMBRE Y ANGEL A LA VEZ


En un lejano lugar existe un ser especial… hombre por naturaleza, ángel por virtud, que cree que ser hombre y ángel a la vez le impide hacer realidad sus sueños y los deseos de los demás. A el… a ese ángel misterioso le escribo. Se siente triste… ¡triste porque no puede volar!, ya no cree en si mismo, ya no se esfuerza por alzar el vuelo. Con sus hermosas alas azules cerradas, pasa el tiempo contemplando el cielo y mirando a aquellos Ángeles que si pueden volar.



¡Cuánto desearía poder volar como ellos! Se dice el ángel misterioso. ¡Quiero volar! Demostrarle al “mundo” y a esos “Ángeles de alas blancas” que mis alas aunque sean de un color diferente pueden llegar a tocar el cielo… pero siempre que lo intento, aquellos Ángeles de alas blancas me rechazan, a veces cuando abro mis alas y pienso que llegaré a alzar el vuelo, algunos de ellos me lo impide... ¿Qué puedo hacer para poder volar?



De repente un bichito que se encontraba en ese lugar se queda contemplando al ángel misterioso y al escuchar sus palabras, el bichito se acerca así el ángel y le dice:



Bichito: ¡eres un ser especial!



El ángel busca la voz de quien le hablo, pero no ve a nadie.



Bichito: deja de mirar por un momento al cielo y mira asía la tierra



El ángel mira asía la tierra y se percata de que la voz proviene de un bichito preciosote



Ángel: ¿Qué dijiste bicho?



Bichito: dije que eres un ser especial.



Ángel: ¿Por qué dices eso?



Bichito: lo que pasa mi hermoso ángel es que eres especial, no eres como esos Ángeles de alas blanca que ves allá volar. Tú eres hombre y ángel a la vez, ellos son solo Ángeles… tu eres mejor que ellos.



Ángel: ¿Por qué dices que soy mejor que ellos?



Bichito: fíjate: ellos siempre están queriendo estar más y más cerca del cielo, no ven la tierra y no pueden estar cerca de la tierra, porque no son hombres por naturaleza, como tú.

Tú tienes el don de contemplar y disfrutar lo bello de las cosas simples y también tienes las alas de un color diferente a las de aquellos Ángeles. Te distingues de ellos por ese hermoso color azul de tus alas,… ¿ves?... ¡azul el color del cielo!... mientras ellos vuelan y vuelan tratando de tocar el cielo, tu mi ángel, llevas el cielo en tus alas.



El ángel contempla fijamente al bichito y escucha atento lo que le esta diciendo.



Bichito: también eres “hombre”. El hombre tiende a cometer errores y a equivocarse, pero el hombre es dueño de la tierra… yo, pertenezco a la tierra “soy un bichito” y aunque no soy como tu, soy feliz, pero feliz porque tu haces que yo disfrutara de las cosas simples contigo que eres dueño de la tierra que piso. Aunque yo no te pertenezca tú me complementas porque eres mi ángel misterioso.



Ángel: ¿y que se supone que son “las cosas simples”?



Bichito: ¡lo bello de la vida!... porque lo bello de la vida esta en las cosas simples. Así que recuerda que eres un ángel, pero no olvides que eres HOMBRE, abre tus alas y no te aflijas por no poder volar en ese cielo que esta lleno de Ángeles ciegos, Ángeles que no perdonan, Ángeles que no aprecian, Ángeles que no te permitieron volar con ellos… pero ve el lado posito de esto, ya que esta fue la única manera de demostrarte lo que eres y lo que vales.

¡Y vuela! ¡Siempre vuela! Pero en tu propio vuelo y si algún día un bichito como yo soñara con volar alrededor de tus alas, no se lo impidas como hicieron esos Ángeles contigo. Por ultimo te invito a que junto a mi y otros “seres” que te admiran y te quieren como yo… disfrutes las cosas simples. Ellos te sabrán perdonar el haber cometido el error de no contemplar lo que “verdaderamente” es tuyo y desde este momento recomenzar una nueva vida, siendo hombre y ángel la vez…