10.07.2011


Ay amor...amor
arráncale las espinas
a mi corazón herido,
lávale con besos benditos
cada hendidura
aplícale el balsamo
de tus caricias.
Tal vez puedas sacarlo
de su estado cataléptico,
devolverle las alas
para que emprenda su vuelo.
Aún le quedan sueños dormidos
ilusiones de gaviotas libres
fantasías de niño feliz
y una poción de amor guardada
para quien lo devuelva a la vida
y encienda saetas a su resurreción.